Sus ojazos verdes no pueden conjugar mejor con el castaño oscuro de su cabello. Es dueña de una enorme sonrisa, muy a tono con sus sonoras carcajadas. Y su figura puede ser un deleite para los interesados en las curvas y las formas redondeadas.
Sin embargo, lo que hace que Yanina Boiteux sea realmente una reina no pasa por lo físico, sino que surge luego de charlar un ratito con esta piba de 19 años, que el domingo se convirtió la soberana vendimial de Rivadavia 2007. Ver nota completa en Diario Uno
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