Gloria o muerte

¿Celso Jaque o Julio Cobos? Uno de los dos principales referentes políticos de la provincia será sentenciado a muerte el próximo domingo por el electorado mendocino. Jaque arriesga la gobernabilidad mientras Cobos se juega una ficha imprescindible para entrar a la carrera por la presidencia.

Desde 1983, nunca se jugó tanto en un comicio legislativo en la provincia. La lectura políticamente correcta de las consecuencias del mensaje de la urnas contradice a la realidad. Queda bien plantear que las elecciones que se vienen sólo determinarán la distribución de las bancas legislativas que se ponen en juego, pero es mentira.

Que ninguno de los dos personajes es candidato y que ambos tienen mandato conferido por el voto popular hasta 2011 es tan cierto como que uno de los dos se quedará en el camino el domingo mientras el otro se posicionará de forma inmejorable para afrontar los dos años venideros, hasta las elecciones presidenciales de 2011.

Jaque necesita un triunfo para contrarrestrar el altísimo nivel de rechazo hacia su figura y su gestión que denuncian las encuestas. Ganando los candidatos del PJ, Jaque podrá decir que no es él quien miente sino sus detractores. Si pierde, los dos años y medio de gobierno que tiene por delante serán una tortura.

La suerte electoral de Cobos, en cambio, no afectará la gobernabilidad. Sí será determinante para el futuro del radicalismo en la provincia. Si gana el Frente Cívico, el mendocino quedará posicionado entre los más fuertes candidatos de la oposición para disputar la presidencia en 2011 y nadie podrá discutirle con posibilidades ciertas de ganarle el liderazgo del radicalismo provincial. Si pierde, su carrera política estará acabada y el Partido Radical de Mendoza volverá a ser escenario de guerras despiadadas entre las distintas facciones internas.

Las elecciones del domingo definirán en Mendoza cuestiones mucho más grandes que la distribución de las bancas de los ámbitos legislativos y deliberantes, aunque este planteo sea políticamente incorrecto.