sábado, 16 de septiembre de 2017

La crisis de los no convencionales en Estados Unidos, por Keiser y Herbert


En Keiser Report abordaron la crisis en la industria de la industria del fracking en Estados Unidos y el Reino Unido. En síntesis: las empresas no tienen rentabilidad.

En Argentina la producción de hidrocarburos no convencionales vive en una burbuja financiada con fondos públicos tanto en la fase de producción como del marketing. El modelo argentino se está desarrollando mirándose en el espejo del concebido en Houston, Estados Unidos, adonde una crisis trepidante comienza a convencer a muchos empresarios de salir para volver a la extracción en viejos pozos convencionales que estaban abandonados desde que las inversiones se desviaron siguieron las promesas de renta extraordinaria del fracking.

La industria del fracking en Argentina tiene su capital en el norte de Neuquén, adonde se localiza la porción más jugosa de Vaca Muerta. Ninguna inversión de las anunciadas este año hubiesen sido ciertas de no mediar millonarios subsidios estatales a las empresas que desembarcan en la formación y una flexibilización laboral aceptada por los capos sindicales del sector.

El gobierno nacional, el provincial, los líderes sindicales y los empresarios subsidiados que desarrollan en Vaca Muerta gambetean cualquier dato de la realidad que se oponga al marketing positivo de la fractura hidráulica. No obstante, en el mundo se teme por los efectos ambientales de esa técnica como por la inútil rentabilidad del modelo de perforación para extraer gas y petróleo de las rocas.

Recientemente, Max Keiser y Stacy Herbert abordaron los tópicos principales de la crisis en la industria del esquisto (extracción de hidrocarburos no convencional) en Estados Unidos y el Reino Unido. Remarcaron que debido a los precios actuales, se pierde dinero "por cada barril que extraen" las empresas de fracturación hidráulica. "Pueden negarlo y seguir soñando con que algún día serán rentables, pero de momento, siguen perdiendo dinero", apuntó Stacy, en el programa Keiser Report, que emite la cadena rusa RT.

Mientras que "en un yacimiento petrolífero convencional, la excavación tiene un costo de un millón de dólares", en el caso de los de fracturación hidráulica, "el costo asciende a los ocho millones", completó. Es por eso que "el sector del esquisto y la fracturación hidráulica es económicamente inviable", opinó Keiser.

Finalmente, Keiser y Herbert repararon en el ajuste del gigante Total en el negocio de esquisto para ir a extraer hidrocarburos al Mar del Norte. La petrolera se declaró incapaz de desarrollar un modelo rentable en el negocio del esquisto.

En el programa reflejaron que muchas empresas norteamericanas dejaron de extraer no convencionales para concentrarse en los viejos pozos que habían quedado abandonados en el Sur de Los Ángeles.