sábado, 11 de noviembre de 2017

El cajero de la campaña presidencial de Macri manejó plata en una guarida



El cajero de la campaña presidencial de Mauricio Macri, Edgardo Cenzón, tuvo acciones en un fondo de inversión de las islas Bermudas, una guarida fiscal, según se supo a partir de la filtración de documentos a la que se denominó Paradise Papers (Papeles del paraíso), a cargo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung que en Argentina manejó entre otros el diario La Nación.

Cenzón fue, junto al empresario Nicolás Caputto, hacia quien Macri ofició de prestamista, según lo consignó en su declaración jurada, el responsable de la recaudación de plata para la campaña 2015.

Siendo funcionario del gobierno macrista de la Ciudad de Buenos Aires, entre 2007 y 2009, Cenzón figuró con acciones dentro del Global Multi-Strategy Fund Ltd, un fondo de inversión que manejó hasta US$ 140 millones en 2009 y administró la firma NuVerse Advisors LLC, a su vez registrada en Delaware, uno de los estados más opacos de Estados Unidos a la hora de brindar información societaria o comercial. Cenzón era director de Compras y Contrataciones del gobierno porteño. 

La inversión de Cenzón en Global Multi-Strategy Fund Ltd no fue declarada por el entonces funcionario en su declaración jurada entregada a la Escribanía General de la Ciudad, ni ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Cenzón le dijo al diario La Nación que hizo negocios con una off shore para un empresario amigo, a quien le adjudicó la propiedad de la plata que movió desde la guarida.

Cenzón no tiene un sólo documento que acredite lo que dice, sólo su palabra y la del empresario para el que hacía negocios desde la guarida. El empresario en cuestión es un tal Contingiani, de 81 años, dueño de un corralón de materiales para la construcción con sede en Marcos Juárez, Córdoba.

La Nación dice que "allegados" al longevo empresario contaron que Cenzón le sacó la plata del país antes del corralito de Cavallo y De la Rúa, de 2001. Todo fue de palabra. Cezón hizo y deshizo con la plata del empresario sin firmar nada que acreditara que ese dinero era de  Contingini y no del cajero macrista.

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