En lo que va del año, 16 personas sin hogar fueron asesinadas por adolescentes. Sostienen que el incremento de la violencia puede atribuirse a la creciente popularidad de los videos Bumfights (luchas de vagabundos).
Una mujer que dormía en un muelle fue arrojada al río y se ahogó. Un hombre fue asesinado a golpes con bates de béisbol. Otro fue prendido fuego en su silla de ruedas. Estos son sólo algunos ejemplos de una perversa moda entre los adolescentes norteamericanos que implica cazar personas sin techo y golpearlas o matarlas, sin otro motivo que experimentar emociones fuertes.
Abogados de los sin techo o criminólogos sostienen que la práctica, conocida como bum-hunting (caza de vagabundos) implica que, en los últimos cinco años, al menos una persona sin techo es asesinada cada mes. En lo que va del 2006, 16 personas sin hogar fueron asesinadas en los Estados Unidos, muchas de ellas a manos de adolescentes.
Los abogados sostienen que el incremento en la violencia puede ser en parte atribuido a la creciente popularidad de los videos denominados Bumfights (luchas de vagabundos) y videos de imitación que muestran a personas sin techo o bums siendo agredidos, abusados y humillados.
"Cuando salió Bumfights vimos un fuerte incremento en la cantidad tanto de ataques no letales contra los sin techo como de asesinatos", sostuvo Michael Stoops, director ejecutivo de la Asociación Nacional para los Sin Techo.
"Estas películas definitivamente influyen en los jóvenes. El siguiente paso lógico después de ver una película Bumfights es salir y darle una paliza a tu vagabundo local. Eso es lo que creen los adolescentes".
Los DVD de Bumfights, que cuestan unos 20 dólares en promedio, fueron creados por un joven de 18 años que vendió los derechos para la serie por 1,5 millones de dólares poco después de lanzarlo, en 2001. En los últimos cinco años se han vendido unas 300.000 copias.
Los videos muestran a Rufus Hannah, un hombre sin hogar apodado Rufus the Stunt Man (Rufus el especialista), golpeando su cabeza contra una pila de cajones, realizando otras proezas peligrosas o peleando con su mejor amigo, también un sin techo.
Los productores de los videos "me emborrachaban y después básicamente lograban que hicieramos todo lo que necesitaban", relató a la AFP Hannah, que abandonó la calle y ahora tiene un empleo en California. Contó que le pagaban unos pocos dólares por cada representación.
Brian Levin, director del Centro para el estudio del odio y el extremismo en la universidad estatal de California, estimó que los videos inspiraron a adolescentes que buscan excitación y emoción.
"Hay ahora en la cultura estadounidense este concepto de la emoción y la diversión extremas", afirmó Levin. "Por lo que se pueden tener deportes extremos pero también la extrema violencia".
Levin y Stoops indicaron que se está tratando de concientizar a la población sobre el tema y para presionar al Congreso para que refuerce la legislación sobre crímenes vinculados al odio para que incluya a los sin techo. Se estima que hay unos 800.000 sin techo cada noche en Estados Unidos.
"En muchos aspectos, tenemos mejores leyes contra el abuso de animales que sobre la violencia contra los sin techo", dijo Levin y añadió que espera que los adolescentes encuentren otra manera de canalizar su excitación.
Fuente: Perfil
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