"Basta con los eventos católicos como conciertos en los que el Papa aparece como una rockstar". Joseph Ratzinger cuestionó así la moda instaurada por Juan Pablo II, adelantando que será erradicada de los encuentros que él presida.
Pero eso no fue todo. El obispo alemán también les cayó a los homosexuales y a los países que avanzan hacia la tolerancia, entre los que se cuentan los más importntes del mundo. "No es el hombre que decide, es Dios que decide quien es hombre y quien es mujer", dijo hoy el Papa al hablar en los saludos de fin de año a la Curia Romana (el gobierno central de la Iglesia), que aprovechó para lanzar una estocada a fondo doctrinaria contra los cambios de sexo que aceptan las legislaciones de los países más avanzados del mundo. Leé más en Clarin
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