viernes, 19 de diciembre de 2008

Jaque reconoció que su amistad con Cristina no beneficia tanto a Mendoza sin Cobos


“No puedo opinar de una pelea de terceros, cuando están dos en un ring peleando uno no puede opinar, a lo sumo mira. ¿Saben lo fantástico que sería si hubiera una buena relación, con el vicepresidente cumpliendo su rol como corresponde, acompañando al Gobierno nacional y nosotros trabajando en conjunto? Cuántas cosas podríamos estar resolviendo en Mendoza, es un sueño, pero hoy no sucede”, disparó Celso Jaque contra Julio Cobos desde San Rafael.

El vice hasta ahora ignora a Jaque, el blanco de sus dardos es Néstor Kirchner. Ni siquiera se pelela con la presidenta. Los protagonistas excluyentes a nivel nacional de los cruces de chicanas desde la tribuna que les ofrecen los medios de comunicación son los mentores de la Concertación que llevó a Cristina Fernández a la cúspide del poder institucional del país. Cleto y Néstor tejieron durante tres años la alianza que se deshilachó tres meses después de que asumiera el gobierno de coalición, ante el primer conflicto que se le presentó a la nueva gestión.

Cada uno de los dos enemigos más poderosos de la política mendocina hace su juego pensando en la construcción del proyecto electoral 2009, un paso determinante para el tablero político del 2011, cuando se eligen presidente y gobernador.

Vidas paralelas con distintas perspectivas

Celso tiene que ganar Mendoza para poder gobernar los dos años que le restan.

Cleto sólo tiene que mantener su imagen alta en las encuestas a nivel nacional, con eso solo tiene garantizado un liderazgo que sólo le costó votar en contra de la polémica resolución 125 de retenciones móviles. No le interesa pelear con el gobernador de Mendoza, para eso están sus legisladores en la provincia y las autoridades de su flamante partido, el CONFE, presidido por Juan Carlos Jaliff. Cobos se está posicionado como el potencial candidato a presidente de la oposición con más chances de derrotar al kirchnerismo. No le interesa bajar a la provincia a discutir con el gobernador. Acá tiene una gestión con sus pro y contra para defender, mientras en Buenos Aires sólo tiene que alimentar el mito surgido en el momento en el que dijo "mi voto no es positivo", definiendo en contra del gobierno el mayor conflicto que enfrentó el kirchnerismo desde que llegó al poder, en mayo 2003.

Jaque la tiene más difícil que el vicepresidente y hasta ahora la coyuntura siempre le jugó en contra, más allá de los errores pudo cometer como gobernador y de las promesas de campaña incumplidas. A un año de asumir, el gobernador está intentando provocar a Cobos para que baje de los primeros planos nacionales a pelearse con él en Mendoza. Por ahora, Jaque no consiguió su objetivo a pesar de haber lanzado acusaciones y cuestionamientos sobre la gestión de su antesesor en la gobernación.

Ahora te denuncio
La esrategia del oficialismo provincial no terminará con estos embates mediáticos que empezaron en la boca de algunos ministros y legisladores y ahora entró a jugar Jaque directamente. En enero muchos se irán de vacaciones y los tribunales estarán de feria, pero pasado el primer mes del año se pondrá en marcha la segunda parte del plan del gobierno para tratar de que el rival, al menos en un duelo mediático, de Jaque sea Julio Cobos.

Se volverá a hablar de la estafa con los tickets Vale Más ocurrida durante las gestiones de Roberto Iglesias y Julio Cobos, además de una larga lista de acciones del gobierno anterior que se presentarán como irreugularidades si es que no se trasladan a la justicia bajo sospecha de la existencia de comisión de delitos.

Como los tiempos de la Justicia no se adaptan al calendario electoral, las denuncias que pudieran hacerse no serán resueltas con sentencia firme antes de las elecciones. El único objetivo será que las denuncias lleguen a la prensa, principalmente a los diarios y si es posible que salgan en las primeras planas, desde donde repercuten como cosa juzgada en los apretados espacios de los medios electrónicos.

La cuota de los caciques
El gobernador llegará a las elecciones de octubre totalmente jugado a vivir o morir con el gobierno nacional. Mientras que en estas tierras tiene como principal sostén a los intendentes del PJ, quienes le aportaron un buen caudal de sufragios para la victoria del pasado sobre el alfil de Cobos, César Biffi.

Por ahora, los viejos conocedores de los vaivenes de las campañas y las elecciones en Mendoza que están en el estrecho entorno de Jaque confían en que los intendentes del partido motorizarán una victoria en octubre. Sin embargo, ese escenario no lo deja tan tranquilo al gobernador y mucho menos a sus operadores.

Alejandro Chiqui Cazabán, secretario General de la Gobernación, y Raúl Perruco Leiva, los ayudantes de campo del director técnico Jaque saben que de mantenerse el escenario actual y en caso que la tracción de los intedentes le diaran una victoria al oficialismo deberá cogobernar con los jefes municipales la segunda parte de su mandato. Hoy, la suerte del PJ local está en manos de los intendentes y de las bases territoriales que puedan acortar distancia o dar un batacazo en las comunas que gobierna la oposición.

Antes de eso, el jaquismo tendrá que masticar y tragar el polvo de la resignación sin que se note demasiado a la vista del electoarado.

Si el PJ de Mendoza llega al cierre de las listas para las legislativas con la suerte atada a lo que hagan los caciques comunales, los principales candidatos al Congreso de la Nación y a la Legislatura provincial serán puestos por los intendentes. A lo mejor con la condición de que los acepte el gobernador, aunque si las candidaturas se definieran hoy, Jaque no tendría incidencia porque los mandamás departamentales del partido miden excesivamente más que Jaque.

A condición de que no quede registro de la conversación, los intendentes del PJ repiten a quien quiera escuchar que "Jaque no tiene reelección". El mensaje es claro: los intendentes reclaman el derecho de proyectarse como pre candidatos o bien de encolumnarse con algún proyecto con pretensiones para 2011.

El poder de la estructura
Aunque el mandatario se peleara con los caciques para negociar puesto por puesto en las listas, los intendentes, además de las encuestas que los catapultan por encima del gobierno provincial, cuentan con el apoyo del aparato del partido. El presidente Juan Marchena ya formuló públicamente sus "diferencias metodológicas" con la gestión de Jaque al abandonar el ministerio de Gobierno antes de que se cumplieran 10 meses desde la recuperación del poder local por parte del PJ.

A pesar de que los intendentes empujaron a Marchena para que dejara la cartera política, el experimentado dirigente los perdonará antes de ceder posiciones ante Cazabán, el verdadero escollo para que el líder partidario siguiera en Gobierno.

Ganar el próximo comicio después de confiar todo a los caciques puede convertir a Jaque en una figura decorativa que tenga que seguir sin rupturas la línea que suba desde los departamentos. El PJ tiene estructura armada en todos los departamentos.

En algunos, principalmente en donde es oposición hay más de un grupo con capacidad de movilización frente a una elección. En los que gobierna el PJ, salvo Alvear, adonde Juan Carlos De Paolo tiene más de un frente abierto, y Santa Rosa, adonde el Concejo destituyó por unanimidad al peronista Sergio Salgado, la estructura del jefe comunal apuntalada por la del Estado a nivel comunal y provincial convierten a los admistradores en candidatos casi invensibles.

Guaymallén, Las Heras, San Rafael, Maipú y San Martín son los tanques electorales del peronismo territorial. Si los intendentes de estos partidos aseguran una elección similar o mejor que la del año pasado, el peronismo será cosa seria en las elecciones de octubre, más allá de lo que la gente opine de la gestión de Jaque.

El armado fallido
La contracara en el PJ es el jaquismo. Liderado por Cazabán y el jefe de los asesores Raúl Perruco Leiva, y con Francisco Pérez, ministro de Infraestructura, y el recientemente sumado Mario Adaro, ministro de Gobierno, en la primera línea, la banda del gobernador sólo se nutre de aquellos funcionarios que llegaron al Estado por decisión exclusiva de Jaque, sin necesidad de un acuerdo con dirigentes en particular o con algún sector interno consolidado.

Para colmo, entre los ministros que le deben sólo al gobernador la designación se cuentan Iris Lima, directora General de Escuelas; Adrián Cerroni, en Hacienda; Guillermo Migliozzi; y Sergio Saracco, en Salud. Ninguno de estos cinco funcionarios tiene tropa propia ni carga una impronta de constructor político.

Frente a esa debilidad que presenta el gobierno y a la floja gestión de los ministros puramente jaquistas (se salva Cerroni, quien no tiene reproches del entorno del malargüino), desde el riñón del gobierno ventilan a diario versiones sobre inminentes cambios en el gabinete. No obstante, el hermetismo que le impone el mandatario a sus decisiones más trascendentes impiden anticipar con certeza qué cartera cambiará de jefe y en qué momento se producirá la renovación.

Lo que parece inexorable es que los miembros que se sumen al gabinete contarán con capacidad para construir política. Ergo, dirigentes con alguna experiencia militante y estructura capaz de sumar votos gordos al oficialismo, se bucan.

Eso sí, quienes levanten la mano para reemplazar a los ministros que caigan en desgracia tendrán que garantizar lealtad sin intermediarios al gobernador. Ese punto puede ser el determinante de que no se hayan producido más cambios de ministros en el gobierno, ya que el horizonte se oscurecería aún más para el jaquismo si el mandatario sigue convocando dirigentes alineados con los caciques comunales o con sectores internos que lo acompañan en la gestión pero tienen proyecto propio para 2011.

Los intendentes corren con una ventaja en este aspecto, tienen para ofrecer a los funcionarios que se desempeñan en el Ejecutivo comunal. Si bien la escala es inferior, esa experiencia les permite adaptarse mucho más rápido a la gestión provincial. Hay ejemplos, Silvia Ruggeri, con amplia trayectoria en la Municipalidad de Maipù, no ha tenido contratiempos en la compleja cartera de Desarrollo Social. Otro botón de muestra: Mario Granado, quien dejó la Secretaría de Hacienda de San Martín para apuntalar al ministro Cerroni en un momento crítico para la cartera de Hacienda, respondió eficientemente desde el mismo momento que asumió el cargo, a tal punto que el titular de la cartera salió de la lista de nominados para dejar el gabinete.

Cristina, Néstor y De Vido, las últimas cocacolas de Jaque
Con el panorama que presenta la política mendocina, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Julio De Vido, ministro de Planificación Federal (maneja una multimillonaria caja para hacer obras) son la gran esperanza de Jaque. Si estos devuelven en obras y dinero para hacer política el incondicional alineamiento del gobernador mendocino al kirchnerismo y el mandatario acierta con los cambios en el gabinete, crecerán las chances de Jaque para negociar en mejores condiciones las candidaturas en la interna y para enfrentar los comicios generales en octubre.

Si ganar traccionado por los intendentes lo obligaría a Jaque a cogobernar y a empezar a potenciar al candidato del partido a reemplazarlo en 2011, perder las elecciones 2009 puede ser lapidario para el mandatario. Él y buena parte de su equipo de Gobierno ya vivieron desde adentro una experiencia de ese tipo durante la gobernación de Arturo Lafalla.

En la legislativa de la mitad de esa gestión, en 1997, el PJ fue derrotado en las urnas por primera vez en 10 años, los que habían transcurrido desde que José Ocatavio Bordón le ganó las elecciones al radical Raúl Baglini.

Punto de vista
El gobernador tiene que gobernar sin olvidarse de hacer política
Faltan 10 meses para las elecciones y algunos menos para definir las candidaturas. Antes de analizar todas las hipótesis posibles, Jaque tiene que empezar a hacer política.

El arribo de Mario Adaro al Ministerio de Gobierno es una señal en ese sentido, pero la política provincial tiene que marcarla el gobernador, es una tarea que tiene que desarrollarla a la par de la gestión.

No es una excusa aceptable a un mandatario que por entretenerse en la gestión no comunica o no lee encuestas. No se puede gobernar por encuestas, pero la construccción de poder implica ganar las elecciones de la mitad de la gestión, mucho más en provincia como Mendoza, que tiene la agradable particularidad de no dar una segunda oportunidad consecutiva al dirigente que alcanza la gobernación.

Quien manda en la Casa de Gobierno de Mendoza tiene que conocer a los mendocinos desde antes de asumir. No hay tiempo, Jaque actúa cmo si hubiese asumido recién, algo lógico para quien planea gobernar ocho años o 20, como pasa en otras provincias. En Mendoza, no hay que perder el tiempo en armar el partido del gobernador, los mendocinos no les dan tiempo a armar un partido a quienes votan para que conduzcan la provincia.

Los mendocinos son raros, votan al gobernador sabiendo que dentro de ocho años cuando quiera volver al sillón máas cómodo de la Casa de Gobierno no lo van a volver a votar. Y si se refugia en el Congreso de la Nación, perecerá ahí a menos que se destaque ante la gente, no que saque premio de la revista Parlamentario. Ese galardón lo recibieron Baglini y José Genoud, quien se suicidó con un jucio por cobrar coimas en el Senado pendiente. Ningo de los dos ganó nunca una elección en Mendoza. Baglini entró por la minoría, mientras que Genoud nunca fue a elecciones después de acompañar a Llaver en 1983. Al radical lo nombraba senador la Legislatura provincial, según lo establacía la Constitción antes de la reforma de 1994.

Los mendocinos quieren sentirse orgullosos de serlo, eso les hicieron creer a largo de la historia. "Lo peor que le pasa a Mendoza es Argentina", escribió Martín Caparrós después de recorrer todo el país para plasmarlo en un libro. La pleitesía a los kirchner tiene que ser cobrada muy cara para que los mendocinos la toleren. De lo contrario, es contraproducente. Acá se valora má a un gobernador que consigue poco de la Nación trabajando con impronta propia que a un alineado incondicional que cada tanto consigue alguna obra. Viajar todaslas semanas a sacarse fotos con la presidenta durante algún anuncio en Mendoza cuesta mas caro que un pasaje de avión ida y vuelta a Buenos Aires más la estadía y los gastos corrientes, Aunque el gobierno de Mendoza no publique más en la web cuándo, adónde y a qué se va Jaque de la provincia.

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