"De marchi me hizo acordar a la agenda que presentó en 2007. fue buena esa presentación de decir: en el 2007 este estaba con aquel, estaba esta con este otro. A Bermejo le dijeron: "decí mucho 'familia mendocina'". Pobre el papel de Félix. Sanz, muy duro con Bermejo. No séeeeee son impresiones!!!" (Cecilia Amadeo, periodista, al terminar el primer bloque)
"Si no creemos...estamos perdidos....ojalá...no sean mas de lo mismo. Bien los tres candidatos a senadores nacionales...hay pasión". (Javier García Villegas, periodista, promediando el segundo bloque)
"Bermejo: parece no saber qué es ser legislador... se queda en su intendencia.
Felix: no se enteró de nada, pecho frío.
Sanz: mal rumbeado... tiene mucho más discurso que cualquiera, pero está dejando pasar la oportunidad.
Mansur: quién?
Aguinaga: va de menor a mayor.
De Marchi: es el único que entendió el juego... entró, pegó y se fue al segundo round con puntos a favor". (J.H., periodista, durante el segundo bloque. Sólo se citan las iniciales para evitar consecuencias de celos empresariales y exclusividades que atañan a esta profesión)
"Nací el 10 de marzo de 1976, cuando el proceso militar se estaba gestando para desgracia del país. Tengo malos comentarios de todos los que en aquellos años eran adolescentes. Y ahora, ver que 33 años después en un canal abierto se emite un debate de políticos desde la Legislatura, por más que no sean creíbles, me hace pensar que vamos por buen camino, que estamos madurando y ojalá la clase política también madure para que vuelva a ser creíble como lo fue en su época Alfonsín. Felicitaciones a Canal 7 por esta iniciativa que nos permite conocer lo que piensan nuestros candidatos y hasta deducir cómo nos mienten". (Gema Gallardo Accardi, periodista de espectáculos, antes de que su hijo le cambiara el televisor de canal).
"Tambien creo que los intendentes candidatos van a ser testimoniales. El terremoto en calle Pelitier va a ser terrible la semana próxima..." (Javier García Villegas, periodista que asesora al senador provincial Sergio Bruni, al terminar el segundo bloque).
"Por fin los candidatos mendocinos se dijeron las cosas en la cara. Lástima que la campana no permitió que la discusión echara un poco más de luz sobre algunos temas, conceptos y fundamentos. Pero en definitiva fue bueno, porque en casi dos hora de programa pudimos tener un breve resumen de lo que piensa cada uno de ellos". (Marcelo Aguilar, fotoperiodista, en el tramo final del envío de canal 7)
"Creo que tuvo lo que se espera de un debate. Es decir, propuestas (aunque fueran repetitivas o ambiguas), discusión y hasta pasión". Estuvo lejos de ser la pantomima que se realiza en la Capital aunque creo que estuvo lejos de decidir el voto de algún indeciso" (Cristian Molina, periodista deportivo, productor de radio, musicalizador y humorista, cuando terminó el debate).
"Ernesto Sanz le puso vigor al debate. Aguinaga le dio altura. Nadie habló de la seguridad". (Juan Quibar,periodista y guía espiritual de quienes aprenden a explotarlo, tras la finalización del debate)
"A Carlos Hernández y a canal 7 les salió un programa de alto vuelo con los candidatos. Televisivamente fue el mejor producto de campaña que vi en muchos años en Mendoza. Se vio de todo: posturas impostadas, discursos armados, promesas incumplibles, cruces verbales entre oficialismo y oposición, además de dardos envenenados de los opositores entre sí. Hubo debate por la televión, sin eufemismos. Un debate con la marca mendocina: los candidatos se respetaron en el uso de la palabra y emitieron sus discursos dentro de los decibeles normales que acepta la tele. Llamativamente, el tema central de la campaña que llevó a Celso Jaque a la gobernación no fue mencionado. La seguridad no apareció ni como sostén de chicanas al gobierno. Tampoco se trasladaron los argumentos de la campaña sucia al debate. Salió un buen producto televisivo, aunque a los candidatos difícilmente les haya generado un crecimiento o una caída en la consideración del electorado. La sensación es que para los partidarios de cada agrupación sus candidatos ganaron el debate. En términos de rentabilidad electoral salieron derechos. Después de todo, en el Congreso el que no se cuadra en un bloque no existe, aunque logre la atención de los medios y se proyecte personalmente. Y los alineados nunca votan por Mendoza o Córdoba o Palmira o Rodeo de la Cruz, votan por los intereses que define el bloque. No se trata de sumisión o valor para demostrar independencia. En el Congreso no se tratan los intereses de las provincias, se convalida o se rechaza un modelo, palabra que no sirve para otra cosa que para encubrir el fondo de todas las divergencias: quién decide el destino de la riqueza. Es el poder, las propuestas individuales de candidatos en campaña no tienen lugar en el mundo real, sólo consuelan a quienes esperan un gobierno justo y comprometido con la Nación. De eso, el poder no sabe nada". (Javier Polvani, responsable de este medio, después de ver todo el debate y leer las opiniones precedentes. Extenso lo mio y eso que lo escribí antes de leer las crónicas y las columnas de los diarios).
Duro y respetuoso debate entre los postulantes al Congreso de la Nación (Crónica con videos de los momentos más interesantes en diario Uno)
Aclaración y agradecimientos
Estando el debate en el aire, les propuse a los colegas que estaban conectados conmigo a través de gmail o facebook que me regalaran unas líneas descriptivas de lo que estaban viendo en el debate. La generosidad de todos los que recibieron mi propuesta no tiene precio. Nadie me dijo que no. Gracias.
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Me hubiera gustado escuchar a Mariana Juri y Laura Montero. También a Cristina Pérez.
ResponderBorrarManzur tuvo más equilibrio y altura. Sanz se nota que conoce y tiene experiencia, pero su discurso no fue tan cercano a la gente común, como el de Bermejo (que siempre miraba a la cámara y le hablaba al ciudadano). El Gato Félix la cagó con su apoyo al veto de la Ley de Glaciares y cuando se calentó: parecía Néstor.
Aguinaga lástima que sea viejo porque es el senador ideal.
De Marchi venía muy bien pero la recontracagó cuando dijo "votame, votate": allí la gente común lo interpretó como un neoliberal a ultranza que se regirá por el marketing y no con el corazón, como sí lo hizo Bermejo, más allá de que será un kirchnerista más, aunque lo haya negado.