El principal derrotado en las urnas fue el gobernador Celso Jaque, pero la lista de las víctimas electorales del vicepresidente es larga. Cobos comprobó y demostró que es capaz de monopolizar una campaña y terminar arrasando en las elecciones.
La estrategia funcionó a la perfección: el vicepresidente instaló que su prueba de fuego en las grandes ligas era la elección de Mendoza. Y después desembarcó en la provincia y no paró de caminarla, al mismo tiempo que eligió a Jaque como rival. Así consiguió polarizar la pelea electoral entre él y el gobernador.
Cobos le ganó al gobierno nacional, a los intendentes que encabezaron la lista del PJ en Mendoza, a los jefes comunales del justicialismo que hicieron alarde de un poder territorial inexistente, al intendente capitalino Víctor Fayad, a Elisa Carrió, a Hermes Binner, a los radicales que se alinearon para no quedarse afuera de los cargos pero no querían un gran triunfo que agrandara a Cleto, al eterno operador peronista Juan Carlos Mazzón, a los encuestadores que se cuidaron más del papelón personal que de medir con precisión la intención de voto -no le anduvieron ni cerca al resultado real- y a todos los que lo subestimaron.
Las consecuencias de la elección son varias. En principio, Cobos consiguió una chapa pesada para encarar la carrera hacia la Presidencia. Jaque tendrá que replantear su gobierno si quiere terminar el mandato de pie. El Partido Justicialista necesitará de una estrategia conjunta de una dirigencia abatida que por lógica tenderá a buscar salvavidas individuales. Los intendentes deglutidos en las urnas tendrán que decidir si se recluyen en sus dominios o reconstruyen desde el partido para resucitar en 2011, cuando pondrán en juego su pellejo.
¿Bermejo y Félix van a abandonar la conducción de sus departamentos para ir al Congreso? Chiqui García y Mono Pardal son dos apodos y dos apellidos que golpean los oídos de los dos caciques consagrados legisladores nacionales en una penosa elección tanto para el partido como para las principales figuras de las listas. García dejó la Municipalidad en manos de Bermejo para ir al Congreso después de perder la contienda electoral. Después perdió la gobernación y cuando quiso volver a Maipú su sucesor ni siquiera lo dejó ilusionarse. Pardal también se fue al Congreso cuando mandaba en Guaymallén. Después se quedó en el camino de la carrera a la gobernación y cuando quiso volver perdió las elecciones. García y Pardal retumban.
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