La fiscal de Cámara Susana García consideró que el temido delincuente, experto en fugas de cárceles, Fabián Ardilla Cedrón, no fue el homicida del cabo Gustavo Ramet. Sin pruebas, la representante del Ministerio Público desistió de acusar al imputado ante los miembros del tribunal de enjuiciamiento del caso.
Entonces, la Séptima Cámara del Crimen no tuvo más que sentenciar la absolución de Cedrón y devolver las actuaciones a la Fiscalía de Delitos Complejos para que intente desentrañar alguna pista diferente a la fracasada. El ministro de Seguridad Carlos Ciurca y la Dirección de Investigaciones, entonces liderada por Juan Carlos Caleri, actual jefe de la Policía, fueron entusiastas promotores y difusores de la hipótesis que resultó falsa al final del juicio oral y público.
El cabo fue asesinado el 20 de octubre de 2008, en Ingeniero Cipolletti y Las Moreras, en Las Heras, un rato después de que participara con la banda uniformada en el acto del Día de la Policía de Mendoza, desarrollado en el Centro de Congresos y Exposiciones.
A pesar de la absolución en el caso Ramet, Cedrón seguirá en prisión purgando una condena a prisión perpetua -con sentencia firme- por el homicidio de Eduardo Sánchez, también policía. El Ardilla cuenta en su prontuario con múltiples delitos y cuatro fugas de centros de detención. Su carrera criminal comenzó en la pubertad, en el mismo periodo que ocurrió su primera fuga desde el COSE.
El escapista
No hay comentarios. :
Publicar un comentario