miércoles, 11 de noviembre de 2009

En la Corte hay más palomas que halcones



Los supremos más dispuestos a reformar el Poder Judicial y dialogar con el Gobierno le ganaron la pulseada a los conservadores que integran el máximo tribunal de Justicia de la provincia: Alejandro Pérez Hualde iniciará su primera presidencia del cuerpo después de que Jorge Nancláres decidiera abrirle paso.



Los dos, más Aída Kemelmajer de Carlucci y Carlos Böhm votaron juntos, frente a Hernán Salvini y Fernando Romano que se inclinaron por Pedro Llorente, quien sindicó a Nancláres como predilecto. En la Corte local coexisten palomas y halcones, así como en el gobierno de Celso Jaque, según la categorización que hizo el propio Nancláres de la división entre funcionarios dialoguistas y extremistas con el Poder Judicial.



El presidente de la Corte encabezó hasta ahora el grupo de los dialoguistas y reformistas del máximo tribunal, quienes ayer se alinearon tras Pérez Hualde, el próximo conductor de la Justicia y líder de las palomas. Mientras que los tres jueces más conservadores votaron en sentido distinto. Los halcones perdieron pero marcaron presencia.



Un alivio para Jaque


Aunque las palomas de la Casa de Gobierno se movieron para instalar a Carlos Böhm en la Presidencia de la Corte, al gobernador Celso Jaque no le vino mal la designación de Pérez Hualde, hombre impuesto por Julio Cobos en el máximo tribunal. Después de todo se trata de un dialoguista y reformista que aportará una nueva impronta a la cabeza de uno de los tres poderes de la provincia.

La relación de Jaque con Nanclárez estaba desgastada, pero su continuidad era preferida en la Casa de Gobierno antes de que un duro pudiese reemplazarlo. El que tenía más posibilidades en el ala conservadora era el ex presidente del tribunal, Pedro Llorente.

Böhm es peronista y fue parte del gobierno de Arturo Lafalla, del que participaron muchos de los actuales funcionarios, incluidas las cabezas de las palomas y los halcones descriptos por Nancláres. Con el líder de este grupo, el influyente secretario general de la Gobernación, Alejandro Cazabán, Böhm tuvo una pelea pública cuando su hijo Luis, secretario de Turismo del gobierno, fue imputado en el escandaloso Caso Cadillacs. Igual las palomas, dirigidas por el ministro de Gobierno, Mario Adaro, operaron sus buenas relaciones en tribunales para promocionar al juez Böhm.

Finalmente, un hombre señalado por Cobos para la Corte se benefició de la coyuntura política del tribunal y del gobierno para sentarse en la presidencia por los dos próximos años.

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