"Si quieren ajuste, que vengan ellos", atacó Cristina Fernández apuntando a las propuestas y pronósticos de políticos y economistas opositores. Gruesas esquirlas del bombardeo alcanzaron a Celso Jaque, quien acababa de firmar un decreto ordenando un ajuste de $200 millones en el gasto público provincial.
Jaque venía de jugarse en contra de que la provincia tengan una participación correlativa al índice de coparticipación en el destino del impuesto al cheque, lo que significaría para Mendoza unos $350 millones más de ingresos en el año, el 4% de lo que la Nación tendría que repartir entre todos los gobernadores.
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