lunes, 12 de julio de 2010

El Barça, campeón sin Messi


Los centrales Piqué y Puyol, el cinco Busquets, y los fantásticos Xavi, Iniesta y Pedro fueron determinantes para que España jugara a imagen y semejanza del Barcelona en el primer Mundial que ganó en la historia. La menor intensidad del brillo del seleccionado respecto al equipo catalán se debió a que Lionel Messi es argentino.

Los seis barcelonistas demostraron en la Selección un nivel similar al que promedian con la camiseta azulgrana, cada uno cumplió acertadamente con su rol individual y contagió al conjunto para que la propuesta de España se pareciera notablemente a la del Barcelona, como pretendía el entrenador Vicente del Bosque. Con la misma fórmula que los catalanes perdieron la semifinal de la Copa de Campeones contra el Inter, tras una seguidilla increíble de grandes éxitos, España ganó el Mundial por primera vez.

Siete jugadores del Barça integraron la Selección, además de los seis titulares en la final, el aquero Víctor Valdes estuvo en el banco. Fueron los que pudo rescatar Del Bosque de un millonario plantel plagado de figuras extranjeras, que en ocasiones postergaron al banco a alguno de los españoles que acaban de pasar a la historia con el equipo nacional.

Tantos foráneos consagrados no impidieron que dos nacionales se consolidaran entre los tres futbolistas más desequilibrantes de los últimos tiempos en el multicampeón: Iniesta y Xavi. La perpetua posesión del balón que incumbe el esquema barcelonista adoptado por España estaría condenada a la intrascendencia eterna sin jugadores capaces de cambiar el ritmo en el momento indicado para agredir con altas chances al arco rival.

Más allá del lucimiento estético o del atractivo para la televisión, Xavi e Iniesta cumplieron con esa tarea en el Mundial con el nivel de eficiencia que los consagró entre los tres mejores del Barcelona, sólo un escalón por debajo de la punta más alta del implacable tridente: Lionel Messi.

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