jueves, 8 de julio de 2010

Resucitó el tiki tiki

"Tiki tiki", fue bautizado en Argentina el estilo de juego que Ángel Cappa logró desarrollar con éxito en Huracán en su regreso al país como entrenador. La filosofía del ahora técnico de Ríver es similar a la del Barcelona de Josep Guardiola y a la que inculcó Vicente del Bosque a la primera selección española que llegó a una final de la Copa del Mundo.

La tenencia de la pelota es la máxima por excelencia del tiki tiki. Mientras más tiempo se posea el balón mayores serán las chances de hacer goles y se acotarán las posibilidades de padecerlos en el arco propio, es la convicción que inspira a los promotores de este estilo, entre los que se anota Cesar Menotti.

El tiki tiki fue mal herido en la última Copa de Campeones de Europa. El Barcelona, máximo exponente del estilo en el mundo, fue eliminado en semifinales por el catenaccio aggiornado que practicó el Inter de Milán conducido por José Mourinho, actualmente adiestrador del Real Madrid.

Fue una de las más dañinas derrotas del talento de los futbolistas frente a la táctica fría. La fascinación del mundo futbolero por la demostración de los cracks en la cancha se desvaneció con el triunfo de un sistema táctico cuya principal premisa es mantener el cero en el arco propio aunque para eso sea necesario evitar el juego. Para vulnerar el arco contrario, confían los tacticistas, basta con un contragolpe, un cabezazo provocado por una pelota parada o un error del rival.

Del Bosque se robó el cadáver del tiki tiki cuando aún se mantenía caliente, lo resucitó y lo llevó al Mundial. España fue a Sudáfrica con la presión de cambiar una historia plagada de fracasos y decepciones. El grado de exigencia y las terribles consecuencias asociadas a una eliminación temprana no afectaron la confianza del entrenador en el estilo hecho marca por el Barcelona. Lo mantuvo sin importar qué equipo tenía enfrente.

Después de dejar en el camino a Alemania para conseguir por primera vez el pase a una final mundialista, Del Bosque ahuyentó las críticas y consolidó el respaldo a su propuesta. La apuesta del experimentado seleccionador español al buen juego y el cuidado de la pelota como variantes ineludibles para ganar partidos terminó siendo un aporte invalorable para la resistencia al creciente movimiento tacticista.

Javier Mascherano advirtió antes de empezar el Mundial que si no se revierte la tendencia imperante en las ligas súper profesionales en poco tiempo los partidos de fútbol serán batallas tácticas entre dos directores técnicos. Los jugadores serán obedientes soldados subordinados a las órdenes del estratega.

Desde el Mundial de Alemania, en 2006, el tacticismo se consolidó y se expandió alentado por el título obtenido por Italia frente a Francia. La difusión del tactisismo tuvo tal potencia en los últimos años que hasta la selección de Brasil cayó en manos de Dunga, ferviente miembro del movimiento.

En Sudáfrica, el tiki tiki del combinado de Del Bosque no pasó desapercibido. Ahora hay que esperar para saber si este estilo prende en todo el mundo con un éxito similar al que tuvo el modelo tacticista que le cedió el espacio de la creación a la especulación.

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