miércoles, 8 de septiembre de 2010

Traidores

En 2009, los radicales mendocinos de todas las corrientes internas se colgaron de la popularidad de Julio Cobos para mantener o ganar bancas legislativas. Los ortodoxos que lo condenaron dos años antes "por traidor" lo perdonaron lisa y llanamente con la única condición de que se cargara la campaña en sus hombros.

Nadie le discutía el liderazgo provincial ni condicionaba el apoyo a la candidatura presidencial para 2011. Después de los comicios del año pasado, el vicepresidente se desentendió del armado provincial mientras la pelea interna destruía el Frente Cívico Federal, conformado para las elecciones.

A un año del triunfo electoral, Cobos no es el eje determinante de los alineamientos internos que se perfilan en la UCR provincial. Sus dos laderos emblemáticos mantienen el discurso cobista pero tejen -cada uno por su lado- acuerdos con los principales enemigos del vicepresidente.

Por un lado, el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, se alió con Ernesto Sanz, presidente del Comité Nacional, quien públicamente manifestó su apoyo al rival de Cobos para la candidatura a presidente de la UCR: Ricardo Alfonsín. Cornejo quiere ser candidato a gobernador.

Por otro, el senador provincial Juan Carlos Jaliff se acercó a los denominados generales del partido, entre los que sobresalen viejos enemigos del vicepresidente como el ex gobernador Roberto Iglesias y el intendente capitalino Víctor Fayad, un detractor implacable del vicepresidente que, además, es sindicado como aliado del kirchnerismo. Iglesias está en campaña por la candidatura a la Gobernación.

El lunes, Cobos reunió a su tropa completa para fijar posturas sobre los temas calientes de la coyuntura local. De política, absolutamente nada. El vicepresidente no operó sobre sus espadas provinciales para construir un único espacio cobista dentro del radicalismo.

Tampoco se puso al frente de la congestionada reunificación del partido ni operó para resolver la pelea por los cargos partidarios que tiene frenado el Congreso en el que se aprobará la fusión del CONFE con la UCR. Al día siguiente desde el sector de Sanz se pidió la postergación del Congreso en clara señal de que aún no hay acuerdo entre las líneas internas.

Cobos fue acusado de traidor por los radicales ortodoxos en 2007, cuando acordó una alianza electoral con el kirchnerismo. El mismo cargo le endilgan los fieles al gobierno de Cristina Fernández desde que provocó la primera gran derrota al oficialismo con el famoso voto "no positivo" y se convirtió en opositor.

Hoy, las dos alianzas internas que se plantean en el partido tienen fuerte presencia de dirigentes enemistados con Cobos o jugados decididamente con Alfonsín. Las lealtades juradas en 2009 se esfumaron proporcionalmente a la caída del vicepresidente en las encuestas.

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