martes, 20 de diciembre de 2011

Hace 10 años, en San Martín la policía reprimió con abusos un amague de estallido social

Una batalla campal entre un puñado de manifestantes y la policía fue el corolario de dos jornadas de saqueos y violencia en San Martín. Un joven empleado de comercio que no participó en los disturbios terminó con un ojo arruinado por el accionar desaprensivo del jefe del operativo policial, comisario Julio César Reyes, segunda autoridad de la policía del Este provincial.

Hoy, 20 de diciembre de 2011 se cumplen 10 años del estallido que terminó con la presidencia de Fernando De La Rúa. Ese mismo día en el Este de Mendoza se registró una serie de hechos que terminó con un inusitado nivel de violencia desplegado en pleno centro de la ciudad de San Martín en la noche del jueves 20 de diciembre de 2001.

Desde la siesta hubo movimientos de desocupados desplazándose por los supermercados con la misión de exigir mercadería como condición para no desatar saqueos compulsivos. Los grupos de manifestantes nunca contaron con más de un centenar de adherentes y durante toda la jornada se olfateó la mano de grupos marginales del PJ operando para caldear el clima social.

El intendente del momento era el demócrata Julio Arancibia y el gobernador era el radical Roberto Iglesias. Desde los dos partidos sembraron sospechas sobre dirigentes peronistas pero nunca pudieron probar la efectiva incursión de estos en la línea de acción de los grupos que amenazaban saquear comercios.

Al compás de lo que transmitía la televisión desde Buenos Aires, adonde se cocinaba la salida del presidente De La Rúa, la tensión en San Martín fue creciendo hasta que pasadas las 18 uno de los grupos de manifestantes, integrado en su mayoría por mujeres y niños, ensayó un saqueo a la boca de expendio de Súper Vea de la calle Perrupato, del Barrio Jardín, de la ciudad de San Martín. Regía en todos el país el estado de sitio, dictado por el Presidente.

Tras la incursión de unos pocos manifestantes al local comercial y su salida con alimentos sin pasar por las cajas, la policía rodeó a los desocupados que se quedaron frente al súper con actitud que anticipaba lo que vendría: todos los uniformados destinados al operativo en el Vea del barrio Jardín se quitaron las placas identificatorias.

El movimiento de desocupados se desplazó unas 12 cuadras, las que separan a la sucursal del Vea del barrio Jardín de la enclavada en la calle 9 de Julio, del microcentro de San Martín. Y detrás se movilizó la policía, con patrulleros, camionetas, motos y bicicletas.

Para que se desatara un batalla campal entre manifestantes y personal de seguridad bastó que un pedazo de baldosa volara con rumbo al frente del supermercado, que estaba custodiado por un cordón de efectivos de fuerzas especiales de la policía ubicados a menos de medio metro de distancia entre sí y con órdenes de moverse de esa posición por nada del mundo. Durante una media hora, la ciudad fue un pandemonio, con gases lacrimógenos invadiendo el aire y estallidos de itaka lanza proyectiles de goma ensordeciendo los oídos.

Hubo corridas y heridos, entre los manifestantes. Pero la peor parte de la represión se la llevó el joven Mariano Coria, quien recién salía de trabajar de un local de Tarjeta Nevada, de calle 9 de Julio, cuando fue atacado por el comisario Reyes con la cachiporra de policía que portaba. Coria no participó de los incidentes, sino que fue uno de los muchos espectadores que asistieron estupefactos al inédito espectáculo violento suscitado en el centro del departamento.

El muchacho recibió un golpe en el ojo tras pedir a los gritos que un grupo de uniformados dejara de golpear a uno de los manifestantes que ya estaba reducido y maniatado en el suelo. El 22 de noviembre de 2004, la Cámara del Crimen de San Martín condenó a un año y seis meses de prisión condicional al comisario inspector Julio Reyes. Para el tribunal oral, el policía fue autor de vejaciones en concurso ideal con lesiones graves contra Mariano Coria.

*El autor era corresponsal de Diario Uno en el Este y siguió entre gases y balas de goma el desarrollo de las acciones que conmocionaron al departamento.

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