Los subsidios de Aranguren van como anillo al dedo de Paolo Rocca, pero las petroleras pioneras en la formación no convencional ya se quejan en público.
La letra final de los subsidios de Mauricio Macri para Vaca Muerta calza a la medida de los negocios que inició el año pasado el magnate Paolo Rocca, aliado de la primera hora del macrismo, en Vaca Muerta. Hay empresas gigantes internacionales que ya pusieron el grito en el cielo contra el programa de subsidios del gobierno de Mauricio Macri, que este año destinará unos 1.100 millones de dólares del fisco a un puñado de petroleras. YPF rezonga por lo bajo.
Por caso, la alemana Wintershall, subsidiaria del gigante mundial de la industria química BASF, acaba de hacer un enfático reclamo por reglas claras al gobierno de Mauricio Macri desde su sede central en la capital económica de la Unión Europea. La queja no es distinta a la que hacen por lo bajo los directivos de la estatal YPF, aunque a riesgo de perder sus puestos antes de lo previsto se cuidan en público de ponerles sus firmas a los reclamos contra la política del macrismo encarnada por Aranguren.
Gas Plus es el plan de subsidios del gobierno nacional que ideó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, para las petroleras que producen gas en Vaca Muerta. Se anunció el año pasado y se reglamentó recientemente con condiciones que favorecen sobre todo a Tecpetrol, del Grupo Techint, de Rocca, al mismo tiempo que dejan afuera a las compañías que más habían invertido en la formación antes del desembarco de la petrolera de Rocca, que se produjo con garantías de Macri sobre los giros de plata pública para asegurar la rentabilidad del negocio.
Por mandato del Presidente, el ministro Aranguren decidió subsidiar con plata pública la producción de gas que surja de nuevos proyectos en la formación que tiene su mayor extensión en el subsuelo neuquino. El subsidio que apuntala el precio del gas en boca de pozo que cobran las petroleras a 7,50 dólares por millón de BTU durante este año (tres veces lo que cobran los productores no convencionales en Estados Unidos) está destinado sólo a la producción que exceda lo que se extrajo el año pasado por la empresa considerada. Y, además, tiene que surgir de nuevas inversiones.
Esto favorece a Tecpetrol más que a ninguna otra compañía puesto que la empresa de Rocca recién desembarcó el año pasado para desarrollar la producción del área Fortín de Piedra, en Añelo. Y, al mismo tiempo, va en contra de los intereses de las petroleras que venían invirtiendo en la formación no convencional, entre las que YPF es la principal derrotada, a pesar de las pésimas condiciones surgidas desde que tomó la cartera energética el ex presidente de Shell en Argentina.
Paolo Rocca sabía que tendría estos beneficios cuando decidió avanzar en la extracción de gas en Fortín de Piedra con un plan de negocios que implica una inversión de 2.300 millones de dólares hasta 2021, de los cuales se estima puso unos 700 millones de dólares hasta ahora. Aranguren fue amasando las reglas del Gas Plus hasta llegar a un entramado a pedir de Tecpetrol y Techint, que en Vaca Muerta actúa como contratista de su subsidiaria en la construcción de la infraestructura para la producción en Fortín de Piedra.
El Gas Plus "beneficia a las empresas que llegan ahora a Vaca Muerta y castiga a las que somos leales, que ya invertimos mucho en el pasado y que tenemos planes de continuar y de invertir mucho en el futuro", se quejó Mario Mehren, CEO de Wintershall, en declaraciones vertidas en una rueda de prensa realizada en Kassel, Alemania, que fueron difundidas por el diario La Nación.
Los alemanes le cuestionan al ministro Aranguren que haya ido cambiando las reglas del subsidio al gas de Vaca Muerta desde que se anunció el Gas Plus hasta que llegó el momento de su implementación. Mehren consideró que la política del ministro en ese aspecto no ayuda a "crear seguridad y confianza en las reglas de juego para las inversiones. En cualquier lugar del mundo, alguien que quiere poner plata quiere saber cuáles son las reglas, cuáles son las condiciones".
Wintershall analiza inversiones orientadas a la producción de gas en Tierra del Fuego, adonde ya tiene actividad en el off shore. En Neuquén se desprendió de una parte del área Aguada Pichana y ahora tiene en estudio cómo seguir sus planes en la provincia. Lo que se hizo fue la fase piloto del proyecto deshale gas y ahora se evalúa la masificación de las operaciones, relató Mehren a periodistas argentinos en Kassel. Silvia Stang reportó para La Nación que el gerente reveló algunas pistas sobre la variables que definirán las evaluaciones de la compañía para su futuro en Vaca Muerta.
"Los costos tienen que bajar; hoy son muy altos", afirmó el directivo, como una de las conclusiones de esos trabajos. Y apuntó a tres cuestiones a trabajar por parte de la industria y de los gobiernos nacional y de las provincias: el cumplimiento del acuerdo laboral con el sindicato de petroleros que promovió el Gobierno (señaló que la productividad es más baja en comparación con operaciones que se realizan, por ejemplo, en Estados Unidos); la logística y la infraestructura (se refirió a la necesidad de competencia en materia de servicios de transporte), y los precios que se pagan por el gas a los productores (en este punto lamentó las marchas y contramarchas de Aranguren con los subsidios).
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