El gobierno de Macri instalará un regimiento en Neuquén. Con la RAM y el tráfico con Chile de excusa, blindará a las petroleras de la famosa formación
Los pozos explotados por las petroleras en Vaca Muerta serán custodiados de cerca por unos 400 gendarmes que decidió trasladar el gobierno nacional desde La Pampa a la ciudad de Neuquén. En Vaca Muerta las dos principales hipótesis de conflicto son: los reclamos de los trabajadores nucleados en los sindicatos de Petroleros y la UOCRA, y en menor medida en Camioneros; y los reclamos de tierras de los pueblos originarios, los que hasta ahora nunca operaron con violencia sino más bien con una habilidosa cintura política.
La decisión de mover un cuartel completo de Gendarmería desde La Pampa hasta Neuquén es una de las primeras que se tomó desde que se constituyó la mesa política integrada por la Nación, Río Negro, Chubut y Neuquén con la excusa de exacerbar el plan contra la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), mediante el cual se instrumentaron los operativos represivos de las fuerzas federales en los que murieron Santiago Maldonado (Cushamen, Chubut) y Rafael Nahuel (Lago Mascardi, Río Negro). El gobierno neuquino de Omar Gutiérrez justificó la instalación de los gendarmes en la capital provincial por el tráfico de los pasos cordilleranos a Chile, todos a más de 450 kilómetros del lugar en el que se asentará el pelotón de los centinelas.
El Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich tejió una versión sin pruebas mínimas que la sustenten sobre actividades subversivas con vínculos con el terrorismo internacional por parte de grupos mapuches instalados en la Patagonia. Lo cierto es que esa versión sólo fue acompañada por dos muertes: la de Maldonado, ocurrida en medio de un operativo represivo comandado por la Gendarmería; y la de Rafael Nahuel producto de un balazo por la espalda disparado por efectivos de la Prefectura Naval en otro operativo represivo.
En Neuquén, el fiscal general José Gérez echó leñan al fuego con una incomprobable, al menos con los datos reales que el mismo funcionario dio a publicidad, hipótesis sobre la presencia de militantes de la RAM en la provincia. Y recalentó el tablero con la posibilidad de que estos tuviesen planes de atacar los yacimientos de Vaca Muerta. Gérez se movió en coordinación con el Ministerio de Justicia de la Nación, que comanda Germán Garavano. Y en contacto directo con el operador en el territorio del plan de Bullrich, el subsecretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.
El manejo judicial de la cuestión mapuche en Neuquén da toda la impresión que busca una causa para justificar una militarización de los yacimientos, ductos y demás activos petroleros. La impresión viene de la exageración en las actuaciones formales y mediáticas. Una impresión— Javier Polvani (@javierpolvani) 27 de noviembre de 2017
Desde un principio, se dejaron ver las intenciones de fondo de la avanzada judicial neuquina fuertemente difundida por los medios de comunicación. En línea con el plan de la Casa Rosada, el Ministerio Público Fiscal neuquino actuó en pos de sumar argumentos para justificar la instalación de un puesto de Gendarmería cerca de los yacimientos de YPF, Tecpetrol, Total, Shell y otras gigantes de la industria petrolera.
Gendarmes contra las prostitutas
La estrategia del gobierno nacional para blindar a las empresas que operan en Vaca Muerta, además de la excusa de la RAM, cuenta con el amparo del discurso demagógico y confuso de la dirigencia política local. Una mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas, como nos enseñó el tango. Por caso, Darío Díaz, intendente de Añelo, la capital geográfica de la extensión territorial que contiene a la formación Vaca Muerta en su subsuelo, celebró el envío de gendarmes "para combatir la droga, los amigos de lo ajeno y la prostitución".
"Tener fuerza para cualquier conflicto que haya en Añelo", dice el intendente al final de los objetivos de construir una pabellón y viviendas para gendarmes y policías en el corazón de Vaca Muerta, adonde los conflictos siempre son con los trabajadores y las comunidades mapuches pic.twitter.com/Gw79EfZmtp— Javier Polvani (@javierpolvani) 21 de marzo de 2018
Al final del recorte de la entrevista que Díaz le dio a la FM Capital, la radio de la Municipalidad de Neuquén, quedó más claro el fin último de la trasladar gendarmes a la capital provincial.
"Tener fuerza para cualquier conflicto que haya en Añelo", confesó el jefe comunal. Y los conflictos en Añelo por lo general son con trabajadores, sindicalizados o autoconvocados, que piden por fuentes de trabajo o reclaman contra despidos y finalizaciones de contrato. Eso, además de las tensiones políticas con algunos reclamos de pueblos originarios que nunca se salieron de los límites de la negociación política.
El intendente de Añelo ofreció ceder hectáreas de tierra a la Gendarmería para alojar el regimiento neuquino, pero el ministro de Seguridad del gobierno de Gutiérrez, Mariano Gaido, reveló que el plan a concretar contempla que los gendarmes se instalen en la capital provincial. Justificó que ahí tendrán mejor atención médica y educación los familiares de los centinelas. Vivirán en el Batallón del Ejército, en pleno centro de la ciudad, según se informó.
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