lunes, 24 de noviembre de 2008

Néstor K es el jefe de campaña de Cobos


Cuando el cobismo no sabía cómo justificar la renuncia del vicepresidente Julio Cobos, Néstor Kirchner salió a instalar la idea de que la presidenta Cristina Fernández lo quiere echar. Cobos está seguro que no va a renunciar pero los pocos hombres del palo que operan el armado del flamante partido Consenso Federal están seguro de que no llegan hasta 2011 sin la salida del segundo del Ejecutivo del Gobierno sin pagar costos.

Hoy Cobos mide alto en las encuestas. Tiene votos gordos en todo el país, según los estudios de mercado sobre la imagen de los políticos. Pero no tiene cobertura estructural dentro de la política. Está casi solo. Los intendentes Alfredo Cornejo, de Godoy Cruz, y Mario Meoni, de Junín de Buenos Aires, salieron a hablar por el vicepresidente ante la catarata de versiones que se echaron a correr desde que Néstor Kirchner dijo que Cristina "a veces me dice: ¡Qué vice me pusiste!".

Ese comentario pasado por la regadera mediática fue la excusa que los cobistas buscaban para instalar la discusión social sobre qué debe hacer el vicepresidente. Los arrebatos de ultrakirchneristas que dejaron entrever que la presidenta le pediría la renuncia al mendocino, fortalecieron aún más las expectativas del cobismo.

Se la dejaron picando a Meoni y Cornejo para que definieran lejos del arquero oficial. Los cobistas salieron a pedir una consulta popular para ver si Cobos debe continuar o no en el gobierno.

El kirchnerismo no la va a dar una elección a Cobos, los cobistas lo saben, pero ya instalaron la idea de una confrontación electoral con el oficilismo para dirimir quién de los dos integrantes de la fórmula triunfante en octubre de 2007 conserva más votos. Cobos insiste en que no es Chacho Álvarez y con eso espanta la idea de renunciar, pero los cobistas saben que lo más probable es que Cleto sea necesario sin la investidura para ganar las elecciones del año que viene.

Y si estorba la investidura a la construcción de un polo de poder de cara a los comicios legislativos, mejor que quede la imagen pública de un despojo que la de una renuncia. Así razonan Cornejo, Meoni y otros radicales que dejaron su partido para cargar una K en la espalda pero que cuando se pudo pesada la dejaron a la orilla del camino y siguieron viaje Con Fe.

"¡Qué vice me pusiste, Néstor!"

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