El diputado radical "Jany" Molero está pagando con sudor por parafrasear al mediático pionero Jacobo Winograd al referirse a sus pares. "Billetera mata galán", dijo el alvearense en una radio de su departamento después de que la Cámara Baja aprobara un convenio entre la minera Vale (Potasio Río Colorado, en Malargüe) y el Gobierno.
Pidió perdón y que adelantaran la resolución de una cuestión de privilegio (denuncia administrativa) que le pidió el bloque demócrata. Pero los diputados que tienen que sentenciar no se la han hecho fácil: no aceptaron adelantar el tratamiento del caso, dejando expuesto a Molero a una gran incertidumbre. No aparece como posible en este caso, pero hasta podría ser despojado de la banca por insinuar coimas sin pruebas.
Hoy, la comisión de Derechos y Garantías, presidida por el diputado Ricardo Puga, inició el estudio del expediente que contiene el pedido de “cuestión de privilegio” solicitada por el bloque del Partido Demócrata, al diputado radical Alejandro Molero.
Durante la reunión, los legisladores recibieron la presentación del descargo efectuada por Molero. Decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo (19 de agosto), día en el que retomarán el análisis del caso.
Alejandro Molero tendrá que seguir esperando el perdón de sus pares, mientras crecen las motivaciones políticas alrededor de su caso. Sólo por eso, el final tiene una cuota de incertidumbre. La tradición indica que estos casos terminan sin más consecuencias que la exposición coyuntural de los investigados.
El sureño es el segundo radical enjuiciado en Diputados por desbocado, días atrás fue perdonado Néstor Parés, tras un proceso menos politizado que el que se le sigue a Molero. Éste despertó un odio radical en la bancada demócrata, cuyo pedido de enjuiciamiento interno le vino como anillo al dedo al bloque del CONFE, que se apresta a disputar el poder interno con el de la UCR, en las vísperas de la oficialización de la fusión entre ambas fuerzas.
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