La modificación de la pauta se hizo por decreto. Elevó el déficit financiero en $135 mil millones, recortó fondos destinados a inversión y absorbió una suba en la recaudación.
El gobierno nacional aumentó el gasto previsto para este año en 202 mil millones de pesos, lo que equivale al 7 por ciento del presupuesto anual. El pago de intereses de la deuda explica el 40% de ese monto. El gobierno previó gastar ahí la módica suma de 1.010 millones de pesos, pero terminó erogando la friolera de 84.510 millones de pesos.
Mauricio Macri modificó la pauta por decreto para hacer frente a una diferencia de 230 mil millones de pesos entre lo que previó y lo que finalmente destinó a gastos corrientes. La movida implicó un recorte de 28.624 millones de pesos a las previsiones de inversión.
Con este retoque a la pauta, el gobierno gastará un 12 por ciento más de la suma que aprobó el Congreso para erogaciones. El impacto fiscal fue levemente atenuado por un incremento de 67 mil millones de pesos en los recursos, de los cuales 42 mil millones de pesos son producto de la recaudación, que aumentó por el blanqueo y el impacto tributario del aumento de los combustibles.
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