Así lo establecen los parámetros fijados en el acuerdo de precios para la producción y distribución, explicó el vicerrector de Ingeniería de UBA, Raúl Bertero.
El horizonte de precios fijado para la provisión del gas natural por el gobierno nacional exigirá un aumento del precio de la tarifa final del 70 por ciento en octubre.
El ingeniero Raúl Bertero, vicerrector de la Facultad de Ingeniería de la UBA, planteó que de no modificarse la política de tarifas del ministro Juan José Aranguren la tarifa del gas aumentará un 70 por ciento en octubre.
Lo hizo en el seminario: ¿Cómo alcanzar mercados energéticos competitivos?, que organizaron el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y la Universidad del CEMA. Bertero dirige el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética de la Universidad de Buenos Aires.
El experto consideró que no es viable cumplir con los precios establecidos en el acuerdo del gobierno con las petroleras. Postuló la liberación del mercado para la celebración de contratos entre las distribuidoras y las productoras con términos a 15 años. Cuestionó que se permita facturar el gas producido en yacimientos convencionales muy por encima de los costos y la renta aceptable con el objetivo de sostener la producción shale en Vaca Muerta, que tiene costos muy superiores.
El ministro Aranguren debió recular en la libertad de mercado que dispuso para el negocio de los combustibles presionado por el presidente Mauricio Macri y la necesidad de frenar las subas que presionan sobre la inflación.
Los precios de los combustibles quedaron entre 25 y 30 por ciento atrasados respecto a los del mercado gracias a la revisión de la política definida a fines del año pasado por Aranguren, que implica una atadura de los precios en los surtidores a la cotización del barril de crudo en dólares en los mercados internacionales. El alza conjunta del dólar y el petróleo desbarató la libertad de mercado predicada y dispuesta por el ministro de Energía, que debió negociar un precio límite con las productoras a cambio de compensaciones aún pendientes de resolución.
No se descarta una movida similar en el campo del gas antes de que se cumpla el plazo establecido para el próximo incremento de tarifas. El juego está abierto.
El ministro Aranguren debió recular en la libertad de mercado que dispuso para el negocio de los combustibles presionado por el presidente Mauricio Macri y la necesidad de frenar las subas que presionan sobre la inflación.
Los precios de los combustibles quedaron entre 25 y 30 por ciento atrasados respecto a los del mercado gracias a la revisión de la política definida a fines del año pasado por Aranguren, que implica una atadura de los precios en los surtidores a la cotización del barril de crudo en dólares en los mercados internacionales. El alza conjunta del dólar y el petróleo desbarató la libertad de mercado predicada y dispuesta por el ministro de Energía, que debió negociar un precio límite con las productoras a cambio de compensaciones aún pendientes de resolución.
No se descarta una movida similar en el campo del gas antes de que se cumpla el plazo establecido para el próximo incremento de tarifas. El juego está abierto.
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