No alcanzó el pacto con el FMI. Macri entregó la cabeza del jefe del BCRA. El panorama se presenta inflación por encima del 30 por ciento y estancamiento de la economía.
A Federico Sturzenegger lo volteó el mercado de la presidencia del Banco Central. Y el mercado catapultó a Luis "Toto" Caputo, uno de sus operadores incrustados en la administración macrista, como sucesor.
Sturzengger, involucrado en el equipo económico de Domingo Cavallo que piloteó al país a la peor crisis económica y financiera de su historia, a fines de 2001, con Fernando De La Rúa, se cayó porque el mercado no compró sólo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pidió más. Y, entonces, el presidente Mauricio Macri optó por servirles en bandeja la cabeza del presidente del Banco Central.
Claudio Zlotnik y Fernando Gutiérrez escribieron en Infoprofesional: "Sturzenegger probablemente haya sido el más sorprendido: ya había sacado el pasaja Basilea, donde pensaba viajar el fin de semana para entrevistarse con funcionarios del Banco Central chino y renegociar el swaps de monedas".
"Cuesta creerlo, pero fue apenas una semana atrás que, sonriente y con indisimulable sensación de triunfo, el ahora ex titular del BCRA anunciaba, junto al ministro Nicolás Dujovne, el acuerdo por u$s50.000 millones. Ese día, ambos destacaron el respaldo internacional y credibilidad que el mundo financiero estaba dejando en evidencia, al autorizar un monto 1.100% superior a la cuota del país en el FMI", acuñaron los periodistas de Economía a renglón seguido.
"La respuesta del mercado fue contundente: el acuerdo con el organismo no había eliminado la incertidumbre sobre los problemas de fondo de la economía", remataron Zlotnik y Gutiérrez sobre la suerte del hasta el miércoles presidente del BCRA.
En cambio, para Del Río, el ex ministro de Finanzas, Luis "Toto" Caputo, designado en reemplazo de Sturzenegger, "es un tiburón, un piloto de tormentas". Ese perfil, según su opinión, es el que estaba requiriendo el mercado al presidente Macri.
Del Río añadió a su información que se presentó un plan económico "de 34 páginas", en el que "por primera vez el Gobierno admite una inflación de entre 27% y 34% para este año".
La creciente inflación no solo deja en rídiculo a la prédica habitual de Macri acerca de la baja permanente en su gestión de esa variable, sino que amenaza fuertemente a los trabajadores puesto que su ocurrencia está conjugada con un estancamiento de la economía, en la mirada del mercado.
Zlotnik y Gutiérrez describieron: "El término que comenzó a escucharse en esas "conference call" refiere a la 'crisis de confianza'. Y a la incertidumbre política de aquí hacia adelante.
Lo que debía traducirse en un marco de estabilidad no sirvió. Y un acercamiento con el FMI -que fue vendido como 'preventivo' por el Gobierno- no sirvió ni siquiera para estabilizar el mercado. Al contrario, aceleró el proceso de crisis".
Y agregaron: "En este contexto, lo que el mercado empieza a tener en cuenta es que el vértigo financiero se traducirá -más temprano que tarde- en un escenario de elevada inflación con parate de la actividad económica".
No hay comentarios. :
Publicar un comentario